Cuento
Serpiente. Una historia de Viviana Garcés-Vargas
Mamaní callejeaba al anochecer entre la basura acumulada cerca de la fachada renacentista de la Iglesia de San Francisco. Deambulaba entre las boquitas pintadas y los transexuales de la calle Esmeraldas. Transitaba alrededor de la estatua de Antonio José de Sucre en la Plaza Santo Domingo, donde lo acompañaban indigentes y alcohólicos. Nunca iba por
«Mucho se ha hablado del dolor». Una historia de Joselyne Cuadros
Yo sabía que era la una de la tarde y que las calles estaban muy transitadas por autos que iban y venían. Yo lo sabía. Vi sus patitas correr hacia la puerta y no me levanté del sofá, me quedé mirando en Netflix a los vikingos beber y brindar. Mi papá abrió la puerta y
Cinco monedas para burlar al destino. Una historia de Ivanny Salinas
Una tarde de abril, Dali, de cuatro años, desaparece de un poblado turístico sin dejar rastro. Nadie lo busca. Cristián, adolescente, lleno de incertidumbres, empieza a cambiar de comportamiento. Una realidad desconocida lo desborda. Días de excesos y alcohol, lo llevan al hospital. Alice Griem, abogada en derechos infantiles, se encuentra de vacaciones cuando, sin
Misterios dolorosos. Una historia de Joselyne Cuadros
Las vecinas, aterradas, vieron a los enfermeros llevarse el cuerpo de la joven del piso 2. El agente de Policía habló a gritos y se le escuchó que fue un accidente doméstico. -Esa muchachita se portaba mal con el marido y miren cómo terminó. El Señor obra de maneras misteriosas–, dijo la abuela y se
La noche de los papayos. Un cuento de Ivanni Salinas Bartoletti
Un sacerdote y una bailarina se encuentran sentados codo a codo durante un viaje al África. Lucía regresa a instalar una escuela de danza y Gabriel a retomar pasos de su juventud. Durante las cinco horas de vuelo ,en una conversación abierta, crean un lazo tan efímero como indeleble que, con todas sus diferencias, los
Las luciérnagas de la coronela. Por Katherine Mera Pereira
¿Acaso ustedes lograron una minúscula aventura? ¿Se atrevieron a luchar hasta conseguir un deseo? Me provocan asco, o quizá lastima, viven ocupados de mi vida. Agobiados, aburridos, confinados a su paupérrima existencia. Por Katherine Mera Pereira* Era un mirlo de brazos aleonados, aprendiendo a encumbrar mi destino. Tal vez un poco impertinente pero nunca absurda.
«Extraños en el bus». Una historia de Franklin Briones
«En el bus se arma tal lloriqueo que me da la impresión de que aquí no ha habido un intercambio de objetos sino una matanza de inocentes (…). A mi lado, la joven lectora parece escrutarlo todo. Finalmente, como si recordara algo, se detiene en mí. Siento que tiene la intención de ponerme en evidencia».
Sortilegio. Un relato de Viviana Garcés-Vargas
Olfateaba y palpaba la carne de sus productos y los vendía de casa en casa. Entretanto, enganchaba con caramelos a las niñas que salían a atender la puerta de guadúa y galanteaba a las progenitoras que lo recibían en minúsculos shorts para agilitar su venta sin regateo. Por Viviana Garcés Vargas* «Guardo una bestia, un
El castillo de Grayskull. Un relato de Viviana Garcés-Vargas
El edificio de cuatro pisos se disfrazaba ante los ojos de la aspirante como un reducto hermético y lóbrego. El alcázar, conocido como la guarida de los antihéroes, era el lugar donde obtenían sus poderes para simular que combatían el mal. Por Viviana Garcés-Vargas* “He knows that God Understands him Because God is also a
Afrodita
«Siente tanto placer en esas palabras escritas. Está completamente húmeda y turgente. Se toca con sus dedos y se adentra hacia el interior de su cuerpo mientras con la otra mano se toca los pechos en la blusa entreabierta y sedosa, sintiendo los pezones duros que pellizca y frota con placer». Por Antonia Morante* Ella abandonó