Historia
Maratones de series (historia imaginaria). Por Guillermo Gomezjurado
MARATONES DE SERIES Por Guillermo Gomezjurado* Desde un principio me advirtió que no veía series y que solo pagaba Netflix porque las paredes eran delgadas y mis visitas -ruidosas- podían provocar molestias a los vecinos. Ponía cualquier cosa en la tele y subía alto, muy alto el volumen. Con este ambiente sonoro –compuesto por una
Luceros. Una historia de Viviana Garcés Vargas
Por Viviana Garcés-Vargas* “Una misma persona, a sus distintas edades, en distintas situaciones de la vida, es totalmente diferente. Unas veces está cerca del diablo y otras del santo. Pero siempre se llama igual y siempre se trata del mismo hombre”. Alexandr Solzhenitsyn Paula Tamayo y Paulette Tenorio. 19 y 20 años. Cuerpos celestes que
No puedo cambiar los vientos. Una historia erótica de Tatiana Mendoza
“Ay, que por ti me muero, por ti me dejo Caer desnudo sobre las llamas Se me quema la conciencia No importa si me muero”. Jaguares Ella Hace mucho tiempo que no me masturbaba, porque no nunca era necesario. Sin embargo, ese día, con la casa vacía y un mar turbulento entre mis piernas,
Mil y una noches. Una historia erótica de Tatiana Mendoza.
Las mil y una noches “Por dejar escapar el encanto de un tesoro fuimos un par de locos por dejarnos tirar a matar”. Flans Él Danzamos un baile macabro. Damos vueltas el uno al otro como dos insectos atraídos por la luz. En este caso es sexo. Cambiaste la minifalda por un vestido entero, pero
Self control. Una historia erótica de Tatiana Mendoza
You take my self, you take my self control You got me livin’ only for the night Before the morning comes, the story’s told You take my self, you take my self control Laura Branigan Ella Quiero y me detengo a repetir tu nombre. Diez o doce años transcurrieron y no me he dado cuenta
Los niños del cerro en Durán. Una historia de Viviana Garcés-Vargas
«Al día siguiente, Ángel y Carlos se ubicaron en dos de las laderas del cerro que conectaban con el sagrario, estropeado por los murciélagos con colores negro, rojo y amarillo, ya que ellos solo veneraban a la Sierva. Ronny se adueñó de la cruz de la Esperanza que contenía un mirador turístico cercano al cementerio.
Sur. Una historia erótica de Antonia Morante
Cuando fue a cancelar sus libros él le preguntó de dónde venía. Le dijo que le parecía magnífico que viniera a Montevideo, que, en la tarde, cuando saliera, la podría llevar a pasear. Le gustó. Le resultó espontáneo. Le sonrió con sus dientes blancos y ella le respondió con una sonrisa y unas mejillas con
La zozobra del embarazo. Por Pamela Parra (II)
«La ginecóloga me dijo eso y fue peor para mí. Hasta lloré. Otras de las emociones que parecen estar presentes a flor de piel, me dicen hola y o me molesto o me pongo a lagrimear». Por Pamela Parra* Como unas burbujitas en el vientre, así sentí los primeros movimientos del bebé. Estaba con mi
Movimiento. Una historia de María Dolores Montaño
«Y, en efecto, se quedó de pie esperando que el tren continuara su viaje, con el corazón latiendo fuerte y con la clara percepción de su sangre bombeando fuerte. Cuando el tren partió, miró hacia el frente y ese instante tuvo la certeza de que lo había perdido de nuevo entre la multitud. Desapareció aquel
La ventana. Una historia de Sara Acosta
«De pronto, Susana cae en cuenta que está sentada frente a un hombre que no conoce, no sabe nada de sus gustos, proyectos, pasiones, pensamientos. ¿Qué dirá ahora mismo en su interior? ¿Qué ideas se le pasarán por la cabeza? ¿Querrá decirle algo más, pero no se atreve? Ella vislumbra algunas cosas sobre la vida